jueves, 28 de julio de 2016

No quería que este post fuera un desahogo pero lo terminó siendo

Acabo de entrar aquí y darme cuenta que ha pasado un año desde la última entrada. 
Otra FILGUA acaba de terminar y mi pila de libros por leer ha aumentado de nuevo (creo que esa será una constante por toda mi vida jajaja, por lo menos hasta que sea millonaria y no necesite trabajar). 

Gracias a Kamisama, la universidad ya terminó y aunque parece que no quieren mi dinero para poder graduarme, no hay mucho más que hacer en mis días... No, eso es mentira, una gran y gorda mentira. He encontrado la manera de hacer que mis días duren menos y que me alcancen para casi nada. Ahora si necesito que sean de POR LO MENOS DE 36 horas. 

¿Pero qué tanto haces?

Ok... aveces yo también me encuentro en la ducha haciéndome la misma pregunta. Así que vamos a enumerar las cosas maravillosas en las que he ocupado mi tiempo:

1. Leer, leer y leer
El año pasado mi meta de libros por año apenas era de 10 o 15, la cumplí. Previendo que iba a tener más tiempo libre, decidí casi triplicar esa cantidad y la hice de 40 libros. Para ser julio y llevar ya 26 de esa meta, creo que voy bastante bien. No ha sido nada difícil la verdad, hay tanto por leer. Me he encontrado con buenas sagas, nuevos libros de sagas que ya he leído han salido (Morning Star, Lady Midnight) y la presión de grupo también a funcionado. 
Dedico por lo menos 2 horas para leer (1 antes de entrar al trabajo y 1 a la hora del almuerzo). Cuando no hay mucho que hacer hasta leo en horas laborales (espero nadie en mi trabajo lea esto).

2. Cursos en línea, cursos presenciales, cursos por los codos
He encontrado maravillosas plataformas para llevar cursos en línea, de todo tipo, de muchos temas. Si pudiera los llevaba todos, pero volvemos a que el tiempo no es suficiente. He completado exitosamente uno sobre HTML y CSS, casi no lo he aplicado, pero si que ha sido útil. 
Recientemente voy cada lunes a recibir un curso de redacción y estilo. 
*¡Ah! eso explica la manera exquisita en la que escribes.*
**Oh, muchas gracias, no es para tanto.**
Digamos que finalmente he visto la luz al final del túnel y ya sé que quiero hacer con mi vida, así que este es el primer paso. 

3. Porque 1 no es suficiente
Cuando a principio de año dije "voy a estudiar un idioma" debía imaginarme que algo así pasaría. 
*¡ESTO NO ES UNA CARRERA DE CABALLOS MARINA!*
Pero nunca me escucho a mi misma y en vez de estudiar 1 idioma decido meterme a 2. Así que ahora mis sábados están tomados casi totalmente por mis cursos de francés y coreano. 
Continuez!

4. ¿Se acuerdan de cuando hacía videos?
Pues están de vuelta...

Para seguir la tradición, hablo un poco de todo, pero como todo a mi alrededor gira en torno a libros, de eso es sobre lo que más se tratan. También hay varios gatos atravesados. Trato de hacerlos cada 15 días, pero hubieron un par de meses algo tormentosos que no me lo permitieron. Este que comparto es el último. 

5. Hay que devolverle al mundo
Por eso con mis amigas tenemos la página de Cazadores de Libros, un pequeño proyecto (que ya se está haciendo más grande) con el objetivo de fomentar la lectura. Tarea que no es fácil considerando que casi la mitad de la población es analfabeta, los libros son muy caros y las bibliotecas escasas. 
Pero se hace lo que se puede y todavía un poco más. Vamos para arriba poco a poco y posiblemente vean por aquí algunos de los resultados.

6. Seguir mis sueños
Aquí colocaremos todas las cosas que debo hacer casi diariamente para volverme mejor en lo que me gusta. Ya sea escribir una hoja de una de las 20 historias que tengo por terminar de escribir o realizar un dibujo para mejorar mi técnica. No sé que llegue primero, si el libro o el trabajo de mis sueños. Talvez... ahora que lo escribo, estoy dejando esto muy abajo de otras cosas. 

7. Este cuerpo no se mantiene libre de estrés de la nada
Por lo que tengo que ejercitarme y eso es alrededor de 1 hora de mi día por lo menos 3 o 4 veces a la semana. Y aún así el estrés no se va del todo. 
Regresé al kendo en el primer semestre del año y por lo menos logré obtener mi 1 kyu *achievement unlocked*. Pero esta si es una de las cosas que he dejado al lado por un tiempo, mi cuerpo no puede con tanto. 

8. Tengo dos hijos (gatos) que debo alimentar y deudas que pagar
Y para lograrlo tengo un trabajo que me hace salir de casa a las 6 am y regresar 12 horas después. Considerando que duerma de 5 a 6 horas todos los días me quedan alrededor de 5 o 6 horas para poder hacer todo lo que he enumerado allá arriba... hagan las cuentas. 

Solo leerme ya me siento abrumada. Lo peor del caso es que no quiero dejar de hacer nada de lo que ya estoy haciendo. Cada pequeña cosa me alimenta y me exige al mismo tiempo (lo cual me pone bajo un poco de estrés)

¿Llegaré a colapsar acaso?

¿Debería de dejar algo a un lado?

¿Es esto efecto de una libertad suprimida por casi diez años de universidad y que ahora se encuentra... liberada? 

¿Debería cambiar mi trabajo? ¿Debería dejarlo y dedicarme a trabajar por mi cuenta?

Debería ser más valiente (eso no es una pregunta).


La respuesta a cada una de estas preguntas más adelante... 






viernes, 24 de julio de 2015

Se acabó FILGUA para mi


Pero no por algo malo, todo lo contrario. Esta edición 2015 de la FILGUA estuvo tan buena que se me hizo casi imposible no comprar algo cada vez que llegaba. 

Definitivamente tener a México como invitado de honor fue una gran ventaja para el bolsillo de muchos... claro, en caso de que te quisieras llevar 1 o 2 libros. Pero ese no es mi caso.

¿Si saben de esta condición casi médica que tienen algunas mujeres de que ven una oferta y no pueden dejar de comprar ese par de zapatos que igual no van a usar nunca pero los quieren tener? Pues a mi me pasa lo mismo, pero con los libros. Actualmente mi lista de libros por leer (físicos y digitales) es tan larga, que tendría que tomar vacaciones por un año y medio o dos y leer todos los días para poder terminarla. Y por supuesto, tener la esperanza de que en medio de eso no termine comprando más libros.

Aunque es una afición mucho más sana que las drogas o el alcohol, igual es algo que siempre termina lastimando mi billetera jajaja. De hecho tengo miedo que llegue el corte de la tarjeta de crédito y me de un mini infarto al ver cuánto tengo que pagar.

Pero drama aparte, no me arrepiento de nada.

De hecho, más que mis nuevos libros de Juego de Tronos, o los 3 libros de Jane Austen que logré conseguir, los mayores tesoros que encontré en esta cacería fueron estos:
EL TIRANO
Escrito por Christian Grenier e ilustrado por Francois Schmidt
Editorial Bárbara Fiore



LOS CONEJOS
John Marsden & Shaun Tan
Editorial Bárbara Fiore

EL PÁJARO NEGRO
Suzy Lee
Editorial Bárbara Fiore
Los primeros dos ni intenten buscarlos, esas eran las últimas dos copias. Créanme, valen cada centavo que pagué. En un principio mi objetivo era solo comprar El Tirano, al cual le había echado el ojo en visitas anteriores a la feria. Confiando en que aquí en verdad no se han de vender ese tipo de libros, me llevé una no grata sorpresa al llegar y no encontrar ninguna copia. Por suerte Dios quería que este bebé se fuera conmigo y apareció una copia perdida por ahí.

No solo reafirmé mi problema con las ofertas de libros (estaban a 3x2), sino que ahora descubrí que amo este tipo de libros ilustrados. No son libros baratos, pero de nuevo, valen cada puto centavo. Estos fueron los finalistas de unas 10 opciones las cuales estuve cargando por casi una hora, tratando de decidir cuáles tres se iban finalmente conmigo. "El Pájaro Negro" al principio no me gustó mucho la ilustración, pero 4 páginas después estaba completamente enamorada. Me identifiqué tanto con la historia que luego de verla no pude soltarlo, cómo desee que mi yo de 10 años de edad hubiera encontrado ese libro antes, pero claro cuando tenía 10 años ni siquiera existía. De igual manera funciona ahora a mis 27.

"Los Conejos" me dejó tan impresionada. Definitivamente no es un libro para niños, aunque pareciera, es demasiado oscuro, real y oscuro, su final definitivamente para nada feliz. Si usted desea romperle al ilusión a un niño y dejarlo llorando en las noches por varios días entonces dele a leer este libro, de lo contrario no lo haga, espere a que cumpla unos 13 años y entonces regáleselo, luego aléjese sin apartar la vista de él muy lentamente hasta estar a una distancia prudente.

Así que sigo juntando aficiones caras, pero la mejor parte de ser adulto es que si uno sabe cómo no meterse en deudas impagables, siempre queda un presupuesto especial para estos gustos que nos hacen tan felices. Ahora estos son parte de mis tesoros, y junto a mis libros infantiles rusos con los cuales crecí, me acompañarán por el resto de mis días. 

jueves, 9 de abril de 2015

Mi segunda vez con Kvothe

Fue más o menos en el 2009, hace ya seis años, que leí por primera vez “El Nombre del Viento” de Patrick Rothfuss.

Lo que me dejó ese libro al terminar (aparte del terrible sentimiento de que me hacía falta algo para ser feliz), fue VALOR. El personaje principal, Kvothe, se convirtió en una clase de superhéroe para mí, y aunque realmente no está tratando de salvar el mundo y no tiene grandiosos super poderes, más que ser súper inteligente, me enseñó que uno debe estar consciente de quién es uno, hacerle frente al mundo y tomar la toro por los cuernos. Al final de cuentas, si uno es bueno para hacer algo, porqué esconderlo bajo falsa modestia. ¡O todavía peor! ¿Por qué pensar que uno no es capaz de algo sin siquiera intentarlo?

Después de leer el libro, quedé con una sensación placentera en mi ser, en el que de repente los malos profesores, los "enemigos" o la gente mediocre que está a tu alrededor no puede hacerte daño si realmente uno no lo permite. De repente cualquier dificultad que la vida te puede poner iba a ser resoluble, difícil siempre, pero resoluble.  

Un dibujo rápido que hice de Kvothe hace un par de años.
Ahora casi 6 años después de esa primera experiencia con Kvothe y después de haber leído la segunda parte de su historia, decidí que era buena idea refrescar la memoria. En mi corazón tengo la esperanza que este año tendremos noticias sobre el tercer libro. Lamentablemente el libro es muy grande, aunque lo lamentable no es eso, sino el poco tiempo que realmente tengo para darle la atención que el libro se merece. Así que acudí a los audio libros. Aquí debo confesar que talvez alguna vez en mi vida dije que un audio libro nunca iba a reemplazar el placer de leer, y todavía creo en eso, PERO los audio libros no son malos, son una excelente herramienta para poder disfrutar de la historia de nuevo mientras limpias tu cuarto y haces otra cosa que no requiera tanta atención; y cuando están bien hechos la experiencia que te dan es increíble.

Hoy terminé el audio libro y cuando me preguntaron cómo me sentía al respecto (porque uno siempre va a sentir algo al terminar ese libro, no importa el formato) contesté: "Con ganas de empezar a leer el segundo libro y triste..."

¿Triste? ¿Ahora porqué triste si la primera vez me sentía tan diferente? 

Es inevitable no encariñarse con los personajes de un libro que te ha hecho pasar por tantas emociones. En este caso, es IMPOSIBLE (aunque he visto excepciones) no agarrarle cariño a Kvothe. 

Sucede que esta segunda vez con El Nombre del Viento me di cuenta de un lado de mi superhéroe que me dejó quebrada. Tal vez fue por la muy buena interpretación del narrador y el buen uso de su timbre de voz, pero mi superhéroe está lastimado, herido a muerte, y lo peor de todo ES QUE TODAVÍA NO SE POR QUÉ. Existen teorías, yo culpo a una mujer, pero es algo más todavía. De escuchar sus aventuras como músico, vagabundo, como el mejor estudiante en su materia y como un guerrero, tenemos a un Kvothe del "presente" que no es él mismo. Todavía no entiendo los horrores por los que él haya tenido que pasar para estar en el estado que está. Espero que sea algo en verdad terrible, y que no sea sólo por una mujer, porque entonces si me sentiría muy decepcionada. Pero no, yo se que fue algo terrible, mi corazón lo siento pero desconozco el hecho, no lo entiendo, y eso me duele más. 

Temo por lo que el tercer libro nos puede deparar. Ni la mitad de las preguntas más importantes están contestadas, después del segundo libro sólo surgieron más. Pero debemos ser pacientes. 
Mientras tanto, yo les dejo la sugerencia de que no se dejen intimidar por el tamaño de los libros y se dejen llevar por el nivel de historia y encuentren en Kvothe esa iniciativa y esas ganas de hacer algo que quieres sin importar las adversidades.

Hasta la siguiente