viernes, 16 de mayo de 2014

Un gran NO a Itazurana Kisss - Love in Tokyo


Abro mi cuenta de Crunchyroll y me pongo a ver que trae de nuevo la lista de series de invierno. Entonces me encuentro con esto: Itazurana no Kiss - Love in Tokyo.
Como promete ser de esos j-dramas de romance y comedia no dudo dos veces en darle una probada al primer capítulo. Pero lo que voy a encontrar va más allá de mis límites de tolerancia. 
La historia en sí cuenta sobre el Embrutecimiento Crítico por Enamoramiento (ECE*) de una chica, Kotoko Aihara, que realmente me deja mucho que desear. 
No quiero jugar a doble moralista, y hay que ser honestos...TODOS hemos pasado por un episodio de ECE en nuestras vidas. Es ese momento en el que te pegan el flechazo y esa persona se vuelve todo y lo único significante en este planeta; cuando lo miras lo ves muy muy arriba de ti y alguien te tiene que advertir que llevas demasiado tiempo con la boca abierta. Pero lo que hace la diferencia es qué tanto dejamos que este embrutecimiento siga, o hasta donde dejamos que nos lleve; y es exactamente ese punto en el que la serie pierde conmigo.

Kotoko se enamora, como todo buen cliché, del chico más inteligente, misterioso, adinerado y guapo del instituto; el cual a mi más humilde opinión es el ser más despreciable sobre la faz de la tierra. Es un personaje al que, lo que no tiene de carisma, le sobra de plomo. 
Para continuar con el cliché, cuando Kotoko decide declararse le por medio de una carta éste no sólo la rechaza, sino que tira la carta al piso y si no mal recuerdo hasta le ofrece dinero para que lo deje en paz. Al principio, como toda buena protagonista, Kotoko hace tripas corazón y básicamente le dice "bueno entonces vete al carajo". Pero poco me duró la esperanza cuando los siguientes doce capítulos es un ir y venir de "lo quiero pero me trata como basura, pero aún así lo seguiré intentando".
No encuentro nada de malo en la perseverancia, yo misma me considero una persona bastante perseverante y necia de vez en cuando, pero ser insistente después de que te han humillado, tratado como sirvienta y hasta robado un primer beso (que por si no sabían es como algo bien importante en la cultura japonesa), es realmente un insulto para la inteligencia de cualquier mujer. 

Lo más indignante era ver a Irie (el traidito) lavarse las manos en cada mala pasada que le hacía a Kotoko y para arruinarlo aún más, manipularla para que se quedara detrás de él cada vez que había un momento de lucidez de parte de ella y decidía finalmente alejarse.

No era suficiente perder la paciencia con los protagonistas, estaba además la marejada de personajes secundarios que te desesperaban aún más. La madre de Irie que sólo vivía para alentar las falsas esperanzas de Kotoko de que Irie definitivamente se iba a casar con ella (aún cuando ella apenas había terminado la secundaria); el padre de Kotoko que si no se pasó toda la serie diciendo lo inútil que era su hija, se la pasaba cocinando comida rica que me daba mucha hambre al verla. 
Los únicos que parecían tener sentido común en esa serie eran los amigos de Kotoko; un par de amigas que sabían valerse por sí mismas y saber que hacer con su vida, con o sin novios; y Kinnosuke (Kin-chan), todo lo contrario a Irie, alegre, carismático, atento y fiel....por supuesto, enamorado de Kotoko y frienzoneado por ella. 

Y que decir del final. Ni Disney a escrito finales felices tan ridículos como éste. En menos de 20 minutos Irie resuelve finalmente romper el compromiso con la novia que se había conseguido por conveniencia de la empresa de su padre para decirle a Kotoko que la ama y a sus padres de que lo que él ha soñado toda la vida es ser doctor y no el heredero de la empresa. Luego hay boda y para horror mío luego hay una segunda temporada que todavía no anuncian cuando sale (por mi que no salga nunca).

Entiendo que el la historia original no tiene final por la muerte de la creadora del manga, y pues esto le da bastante libertad a los guionistas de hacer lo que quieran con la historia, pero honestamente, si yo hubiera sido la creadora del manga regreso de la misma muerte para darle una patada en el trasero a esos guionistas. En verdad no creo que la creadora haya querido crear un personaje tan insulso como Kotoko. Más bien creo que si la vida le hubiera dado la oportunidad de seguir hubiera hecho evolucionar mejor al personaje y al final hubiéramos tenido a una Kotoko con los ovarios suficientes para poner a Irie en su lugar. 

Concluyendo, si quieren un poco de cancer cultural en sus venas, miren esta serie. Por lo menos podrán aprender a como no comportarse si alguna vez el ECE llega a las puertas de su vida. 

*Término inventado por mi.